Desde la educación superior: ¿Cómo liberar los talentos de la próxima generación?

Un artículo de la UNESCO nos cuenta que con los crecientes desafíos de sostenibilidad de nuestro planeta, la digitalización a gran escala y las crecientes desigualdades, está claro que hoy se necesitan nuevos conocimientos y habilidades. Es por eso por lo que la educación superior debe transformarse para liberar el talento de la próxima generación, impulsar las oportunidades de aprendizaje permanente y encontrar soluciones duraderas para el bienestar de la humanidad y el planeta.

Es hora de trazar una visión renovada para la educación superior que sea más inclusiva, accesible, conectada y receptiva a los complejos y alarmantes desafíos globales de la sociedad.

¿Cómo podemos democratizar el acceso a la educación superior?

La educación superior es inherentemente parte del derecho a la educación, y todos deberían poder acceder a ella. 

A pesar de los fuertes aumentos en la matriculación (en el sur y el oeste de Asia y en el este de Asia y el Pacífico, la cantidad de estudiantes creció más del 200 % en dos décadas), aún persisten grandes disparidades. La matriculación se sitúa en el 9 % en el África subsahariana, la única región donde se matriculan menos mujeres que hombres (70 mujeres por 100 hombres); 25% en Asia Central y Meridional, y entre 40% y 50% en Asia Oriental y Sudoriental, América Latina y el Caribe. Solo alrededor del 5 % de los refugiados tienen acceso a la educación superior.

Para garantizar la distribución igualitaria de oportunidades, los países y las instituciones deben acelerar los esfuerzos para eliminar las barreras financieras y no monetarias a la educación superior de calidad para todos los estudiantes, dando prioridad a los grupos vulnerables. Existe una gran necesidad de introducir mecanismos explícitos y esquemas específicos para abordar la marginación de las poblaciones desfavorecidas.

¿Cómo podemos apoyar la movilidad de los estudiantes?

El número de estudiantes que cursan estudios superiores fuera de su país de origen casi se triplicó durante las últimas dos décadas a 6 millones. Se espera que esta cifra aumente a 8 millones para 2025.

Es por eso que la UNESCO hace un llamado a los países para que ratifiquen la Convención Global sobre el Reconocimiento de Cualificaciones relativas a la Educación Superior de 2019, el primer tratado de las Naciones Unidas en este campo. Hasta la fecha, 14 estados miembros han ratificado la Convención Global, que necesita 20 ratificaciones para entrar en vigor. Junto con el desarrollo de una segunda generación de convenciones regionales de reconocimiento, esto proporciona una infraestructura sólida para fortalecer la movilidad estudiantil y la cooperación interuniversitaria.

El aprendizaje a distancia y otras formas de educación superior transfronteriza están contribuyendo a un aumento de la movilidad académica virtual, con todos los desafíos que presentan las nuevas formas de provisión para los reguladores y la garantía de calidad.

¿Cómo podemos hacer que el conocimiento sea más abierto y accesible?

El conocimiento no es una mercancía. Es un recurso común que debe ser accesible para todos.

Con este fin, la Conferencia Mundial pedirá enfoques más abiertos, conectados e interdisciplinarios para la enseñanza, el aprendizaje y la investigación porque es esencial para crear soluciones para resolver nuestros desafíos globales entrelazados.

Democratizar el conocimiento es una condición para reinventar juntos un futuro más inclusivo y sostenible. La competencia no debe producirse a expensas de la colaboración entre instituciones académicas. La UNESCO cree que las universidades y otros tipos de instituciones de educación superior pueden realizar sus misiones educativas de manera más eficaz a través de la cooperación y la solidaridad.

La Recomendación de la UNESCO sobre ciencia abierta adoptada en noviembre de 2021 promueve el acceso abierto a las publicaciones científicas, el intercambio de datos científicos y una colaboración mucho más amplia en la investigación. Es un cambio de juego potencial para ampliar la base de investigación, fortalecer la capacidad de investigación en el sur y dar mayor valor a los sistemas de conocimiento que tradicionalmente han sido excluidos.

¿Cómo podemos orientar los programas en torno a la sostenibilidad?

La sostenibilidad debe convertirse en una práctica fundamental de las instituciones de educación superior y reflejarse en los programas de estudio, la investigación y la divulgación.

Desde el cambio climático hasta la salud de los océanos y la seguridad alimentaria, nuestros desafíos globales están interconectados. Por eso necesitamos más enfoques inter y transdisciplinarios.

Es esencial que superemos los límites de la academia para reunir el conocimiento y las ideas no solo de un grupo, tema o disciplina, sino de muchos. Las instituciones de educación superior deben hacer un esfuerzo adicional para reconocer y adoptar la diversidad de sistemas de conocimiento y formas de conocer en sus planes de estudio, investigación y pedagogías. Las formas de conocimiento autóctonas y pluralistas pueden ofrecer vías para diseñar soluciones sostenibles, desde prácticas agrícolas hasta la gestión de la biodiversidad.

La educación superior tiene la responsabilidad ética de poner la tecnología al servicio del bienestar humano y ecológico. La UNESCO está proporcionando un terreno común para esto. El pasado mes de noviembre, la Conferencia General también adoptó una innovadora Recomendación sobre la ética de la inteligencia artificial, el primer instrumento normativo de este tipo, anclado en los principios universales de los derechos humanos.

¿Cómo podemos desarrollar nuevos modelos de financiación?

Ampliar el acceso a la educación tiene enormes implicaciones de costos para los gobiernos, especialmente en los países en desarrollo.

En muchos países, la tendencia predominante ha sido un aumento en las tasas de matrícula y otros costos indirectos. Esto representa una carga financiera sustancial para los estudiantes, que afecta tanto el acceso como la finalización, en particular para los estudiantes de bajos ingresos.

El aumento de los costos compartidos y el rápido aumento de la proporción de proveedores privados de educación superior, que inscriben a más de la mitad de los estudiantes en varios países de África, Asia y América Latina, se han asociado con una creciente desigualdad en el acceso y el éxito en el nivel postsecundario.

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La pandemia de COVID-19 ha puesto de manifiesto la necesidad de cambios sustanciales en los modelos económicos de los sistemas e instituciones de educación superior para aumentar su resiliencia.

Como se enfatiza en el informe Futures of Education de la UNESCO, la educación superior puede y debe ayudar a forjar un nuevo contrato social para la educación.

Lee el artículo completo en Higher education: How do we unleash the talent of the next generation? | UNESCO

Créditos

Por: Mariana Marroquin Ortiz

Equipo de redacción Universidades y Profesiones

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